Avanza

Un día te paras a pensar en algo que pasó, hace tiempo pero pasó. Te viene a la cabeza y no sabes como sacártelo de ella. Nada ni nadie puede hacer que abandones ese pensamiento. Está dentro de ti. Cuando creías que todo había acabado, que ya habías puesto punto y final, que tus sentimientos cambiaron y que ya no te importa, cuando todo parecía haber llegado a su fin le ves. Y nada más verle
sientes morir, sientes que no puedes más y justo en ese instante, os miráis directamente a los ojos, os transmitís todo lo que un día surgió entre vosotros y tu forma de pensar vuelve a cambiar por completo. Sientes que te equivocaste, que fuiste tonta.
¿Qué pasó?-Te preguntas
¿Éramos felices?
No tienen respuesta. Nadie puede dártela. Ni el tiempo, ni él, ni si quiera tú. Y esas cosas te molestan, esos interrogatorios abiertos sin final, que parecen que se quedan en el aire y en cierto modo, así es, pues no hay nadie que tenga la sabiduría necesaria para explicarlo.
Sigues abatida, con la cabeza en otro lado y encuentras la clave, la respuesta a esa pregunta tan difícil de entender, te acuerdas de como llegasteis a ese punto y sientes que no puedes dar marcha atrás lo pasado, pasado está, levantas la cabeza y piensas que eso solo fue un episodio más en tu vida, te espera un futuro por delante y muchas mas historias. Olvídalo como ya lo habías hecho y no recuerdes jamás, avanza.